Silvio Prieto cuelga los botines: adiós a la magia en C.S Desamparados.

Es la última gambeta, encara por izquierda como le gusta , levanta la cabeza y la toca para el Luto Molina, que se la devuelve como con la mano. Quiere pegarle al arco, pero no. Se devuelve y la juega para Silvio Molina.

Desde el banco lo reta el Flaco Dillon. No le importa, busca el pase con el Tomy Salinas. Se la devuelve y abre la cancha por la derecha para el Kily Arrieta.

Allá va. La pide de nuevo y esta vez encara en sentido contrario. Pero quiere jugar con ellos también. Se la pasa al Mono Guirado, al Guty Castro, al Huevo Córdoba…

Le gritan dale que termina. Pero el MAGO no quiere saber nada con el final del acto. Es que la noche se presta para jugar.

Se detiene en la mitad de cancha y mira para los cuatro costados, mira las tribunas y se le escapa una lágrima.

Era inevitable, iba a pasar en el algún momento. Se acerca Ariel Moyano y lo reta, como lo hacía cuando jugaba para hacerlo reaccionar.

Enfrente, lo tiene al Pipa Garipe y decide tirarle una gambeta larga. El ex Alianza lo deja, sabe que es feliz.

El Coki Chica se la pide “Dale que te llevo al éxito” le grita. Se la da y el Secretario de Deportes se la devuelve con enorme calidad.

La redonda está en su botín izquierdo. Como lo estuvo en sus últimos 20 años.

Está a 30 metros del arco. Todos lo miran para saber que hará. Es su fiesta. Es su despedida. No puede fallar y es el último acto de la función de Magia de Silvio Prieto. Se sacude, mira a su hijo y él le da el visto bueno.

Encara y busca la descarga en su compañero ideal, el que fue compinche con el muchos años: El Petinato Núñez.

Por supuesto el ullunero se la devolvió redonda. Solo le queda un obstáculo y es Mario Artes que no le gusta perder a nada.

El Vikingo lo miró y le dijo “Vení que te espero”. Al Mago le encantan los desafíos. Lo encaró, amagó con la gambeta y le metió un caño bárbaro.

Definió como los Dioses, perdón como un verdadero Mago. Salió gritando el gol.

Sonreía. No por el gol, no por la gambeta. Disfrutaba porque entregó todo, no se guardó nada y porque el fútbol lo hizo el hombre mas feliz del mundo.

Adiós Mago fue un gusto verte jugar.

FUENTE: Diario El Zonda San Juan; Por Sergio Andrada.

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